Aprovechando uno de mis regalos de cumpleaños vamos a continuar con las reseñas de cervezas.
Antes de comenzar voy a decir que me quedan como la mitad de las cervezas solamente.
Dentro del paquete venían dos Leffe, una Brune (que ya había probado, de las primeras, y me había gustado) y una Bonde.
Partí por tomando la Brune porque así Lili no me iba a decir que estaba probando cervezas sin ella, y resulta que esta vez no me gustó tanto. Es una cerveza nagra, y como tal más amarga, y probablemente habiendo probado entre la primera y esta segunda vez varias otras cervezas negras con ciertos toques extra más frutales o tostados, ya no le encontré mayor gracia. Por lo tanto, me voy a referir a la:
Leffe Blonde.
Esta es una cerveza rubia de 6,6° alcohólicos, un poco más fuerte que lo clásico acá en Chile pero suave en comparación con otras cervezas belgas. Tiene un color dorado bien bonito (que se ve de pelos en su copón) y un sabor suave con gustos cítricos, lo que le da un toque bien refrescante y la hace pasar casi como juguito, a pesar de sus 6,6°. Tiene gas, pero no demasiado (como las cervezas artesanales santiaguinas Capital u Oceanik, que más parecen ginger ale y joden todo su sabnor), lo que la hace fácil de tomar y de aspecto y contextura de cerveza clásica: color dorado, no demasiado cuerpo y algo de gas.
Vale definitivamente la pena probarla, y aunque quizás no entre directamente en la lista de las favoritas por ser menos distinguible y más tradicional entre las cervezas, es una excelente cerveza tradicional.
martes, agosto 22, 2006
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