lunes, diciembre 27, 2010

Mal día para pescar

Uruguay, 2009
Director: Álvaro Brechner
Guión: Álvaro Brechner, basado en la historia de Juan Carlos Onetti
Protagonistas: Gary Piquer, Jouko Ahola y Antonella Costa

Acabo de ver esta entretenida película uruguaya, la que podría ser una mezcla de El Luchador con alguna película de estafadores de poca monta. Algo de El Gran Pez quizás también tiene.
Orsini es el manager de Jacob, un ex campeón de lucha libre ya un poco viejo y venido a menos, a quién tiene de gira por Sudamérica, ganando unos pocos pesos en espectáculos en los que muestra su fuerza, y en los que lanza en desafío de que la persona que pueda durar más de un minuto de lucha con el campeón, se lleva mil dólares. El problema es que el campeón ya no está en forma, y está medio enfermo, por lo que las peleas o son con pobres diablos, o están arregladas, lo que lleva a que el negocio tampoco vaya muy bien.
Jacob, por su parte, aún no ha notado su baja de rendimiento, y sigue soñando con volver a la fama, creyendo que Orsini será quién lo lleve de vuelta.
Las cosas se complican cuando en un pueblito perdido de Uruguay, un verdadero retador que no se echará atrás por la terquedad de su novia, genera las dudas de Orsini sobre su pupilo. Acá vemos como el tipo empieza a ver peligrar su negocio, pero al mismo tiempo demustra genuina preocupación por su único amigo, quién sigue manteniendo su rutina de ejercitar de día y tomar de noche.
Es una bien buena película, quizás un poco lenta al comienzo porque rápidamente construye el conflicto, el cual se demora en desarrollarse, a pesar que todos sabemos hacia donde llegará. El final, claro, es el que no tenemos claro y queremos conocer. ¿Logrará el campeón vencer al retador? ¿Asumirá que ya no es lo que era? ¿Huirá de la pelea?
Denle una mirada, vale la pena. Fue la carta a los oscars de Uruguay el 2009, y Jacob es interpretado por quien fuera efectivamente el hombre más fuerte del mundo a fines de los 90s, que además es el doble de Franco Torti.

martes, diciembre 14, 2010

Los deseos son para los niños

Ayer concluyó una nueva temporada de Dexter, la quinta, que por su final bien podría haber sido la última. Por si acaso, no me voy a morder la lengua. NO quiero cagarle la serie a nadie, pero si les interesa verla sin saber nada, mejor no lean. Spoilers galore!
Como decía, la temporada podría haber sido la última y cierra bien (aunque ya informaron que fue renovada por al menos una temporada más). Dexter está nuevamente solo, pero con claridad de quién es y que necesita a su oscuro pasajero para sobrevivir. Por otro lado, tiene una familia que proteger y que cuidar con quién se siente cómodo, a pesar de no poder contarles la verdad, pero descubrió que hay gente que puede aceptarlo como es (sin que deban terminar muertos porque son más psicópatas que él), aunque no significa que puedan estar con él.
Creo que terminó como debía terminar. Dexter es un asesino cruel y despiadado, por muy buena persona que sea, y aunque ha evolucionado en las temporadas, los sentimientos siguen siéndole algo ajeno, extraño, por lo que tiene que esforzarse o se dan de modo extraño. Su destino es estar solo, pues su compañero es el oscuro pasajero.
¿Está mal identificarse con Dexter? No sé si tanto. Claro, está mal si la razón de la identificación es que mato gente en mi tiempo libre para sentirme mejor, sin embargo la identificación es un proceso normal al ver o leer ficción. Es casi necesaria para un goce total. No debe ser una identificación completa, pero sí uno debe sentir algo por el protagonista y el resto de los personajes para interesarse de verdad. Es por eso que Dexter es ingenioso, divertido, buen hermano, buen padre, bueno en su trabajo. Son cualidades que la gente destaca, cualidades que lo hacen “mejor”, y con las que podemos identificarnos (o nos gusta hacerlo, aunque no seamos realmente así). Entonces, no me siento culpable.
El identificarme con eso, además, me permite aceptar parte del comportamiento de Dexter. Claro, yo no tengo ni la moral ni la fuerza para matar a alguien que viola mujeres, pero claramente entiendo que alguien quiera hacerlo. Es más, a pesar de condenarlo, probablemente algo dentro mío dice que al final está bien, tal como le pasa a Debra.
Por último está el tema emocional. Dexter está rodeado de gente que lo quiere, pero al final siempre está solo, no porque no tenga a nadie, sino porque no sabe como relacionarse con la gente de manera fluida, de manera natural. A veces pienso que me pasa lo mismo. Y cuando parece haber encontrado una persona capaz de entenderlo, de aceptarlo, esta se va porque o se da cuenta de que no es para ella, o está más chiflada que uno (él, digo que él).
Es interesante por tanto como termina el capítulo, la conversación entre Dexter y Lumen (su interés romántico de la temporada, por decir algo). Tiremos un poquito del diálogo. ¿Lo dramatizamos? No, por ahora no. Quién sabe si después edito:
____

Dexter: ¿Qué pasa?
Lumen: No pegué ojo en toda la noche.
Lumen: En primer lugar, me preguntaba lo que me estaba pasando, y después me preguntaba cómo podría decírtelo.
Dexter: ¿Decirme el qué?
Lumen: Tengo que irme.
Dexter: ¿Qué?
Lumen: Hoy.
Dexter:  No puedes.
Lumen: Tengo que hacerlo. Cuando vi el cuerpo de Jordan Chase desapareciendo en el océano, yo... Ocurrió algo. Y durante toda la noche, estuve
intentando descubrir qué había ocurrido, e intenté aferrarme a ello. Pero esta mañana...puedo asegurarte de que se ha ido. Ya no la siento. La necesidad.
Dexter (off): Su oscuro pasajero. Se ha desvanecido.
Lumen: Di algo. Por favor. Algo. Sólo... sólo háblame.
Dexter: No te vayas. No puedes.
Lumen: No quiero.
Dexter: Entonces no lo hagas. Quédate.
Lumen: Ya no puedo seguir haciendo lo que hemos hecho.
Dexter: No tienes por qué.
Lumen: Pero tú sí. ¿Verdad? Ambos lo sabemos. Es lo que eres.
Dexter: Tienes razón. Sobre todo, tienes razón. No somos iguales.
Lumen: Lo siento.
Dexter: No lo sientas.
Dexter: No te disculpes porque se haya ido tu oscuridad. Yo la llevaré por ti. Siempre. La guardaré con la mía.
_______

Más allá de que ahora que lo veo así noto también el buen manejo del diálogo al generar conflicto de entrada, que poco a poco se va resolviendo para terminar la escena en una situación emocional totalmente distinta a como comenzó, esto podría casi extrapolarse a cualquier término de relación. Bueno, quizás no todas, pero varias. Es cosa de cambiar algunas palabras por aquí y por allá, quizás “oscuro pasajero” por amor y queda estupendo en una película romántica. “Lo pasamos bien, me gustó lo que hicimos mientras lo hicimos, pero ya no me produce lo mismo, esa no soy yo. Debo irme.”
Por uno u otro motivo, lo siento aún más directamente relacionado. Es verdad, uno a veces ayuda a otras personas en etapas difíciles y se comparte a si mismo al hacerlo, pero no siempre significa que la otra persona es como uno. “Tienes razón. Sobre todo, tienes razón. No somos iguales… No te disculpes porque se haya ido tu oscuridad. Yo la llevaré por ti. Siempre. La guardaré con la mía.” Dexter es Dexter, y nunca dejará de serlo. Puede cambiar, mejorar, evolucionar, pero hay algo en él que no se irá nunca. Es un gran chato, en todo caso, está dispuesto a cargar con el peso de otros. Emocionalmente discapacitado, quizás, pero no es un mal tipo. Por eso, quizás, me siento como él, y más ahora. Guardo tu oscuridad con la mía, y sigo avanzando, para que los dos podamos seguir avanzando y ser felices en lo que somos, como somos. Gran tipo.

Luego viene la escena de rigor en la que se muestra que Dexter ayudó al novio de su hermana a evitarse un lío. Me quedé con cierto descontento con esto, puesto que si no fuese final de temporada, eso hubiese levantado aún más sospechas a Quinn sobre Dexter. ¿Por qué mierda lo ayuda? Liddy ya le había mostrado fotos turbias de Dexter, claramente el tipo tiene algo que ocultar, y Liddy lo estaba siguiendo. De algún modo, Quinn quedó exculpado, pero aún no saben quién lo hizo. ¿Lo seguirán en la próxima temporada, o quedará el caso en el aire como el de la Santa Muerte y como había quedado en un comienzo el de los barriles (en el que supieron quién era el culpable, pero jamás lo encontraron)? Veremos la próxima temporada. También está el tema de que Dexter mató a un inocente. Uno corrupto y mal tipo, pero difícilmente alguien que mereciera morir. Se puede argumentar defensa propia, pero es estirar un poco el cuadro.

Para terminar, la reflexión final de Dexter.

No puedes hacer una cosa para compensar por otra. Eso es lo que dice Jordan Chase.
Pero está equivocado, porque lo hacemos constantemente. Así funciona el mundo.
Intentamos hacer las cosas correctas. Incluso yo.
Lumen dijo que le había devuelto la vida, una inversión de mi papel habitual.
Bueno, el hecho es, que ella también me devolvió la mía. Y me quedo, no con lo
que se llevó de mí, sino con lo que me aportó. Ojos que me vieron, por fin, por quién soy de verdad. Y esta certeza que no hay nada, nada grabado en piedra. Ni siquiera la oscuridad.
Mientras estuvo aquí, me hizo pensar, por un breve instante, que quizás pudiese tener una oportunidad de ser humano.
Pero los deseos, por supuesto, son para los niños.


Es una buena serie. Tendrá sus momentos más fomes, o menos interesantes, pero es muy buena, y me saco el sombrero frente a los escritores, a pesar de algunos deus ex machina, malas historias complementarias y simplificaciones varias para apegarse a la trama central. Pero lo mejor, al final, es que la siento propia, como Remington Steele, como Boston Legal. ¿Por qué será que me gustan las series con tipos que funcionan con un doble estándar, pero que en el fondo son buenos chatos?