Primero fue Chávez, luego Kichner y después Evo Morales. ¿Que nos toca? Ollanta Humala en Perú, por supuesto.
Y después la gente se queja de que no se avanza.
Lo único positivo de todo esto es que quizás al estar rodeado de vecinos medio hostiles y que odian a los chilenos la gente piense que es mejor tener un presidente con carácter fuerte, que no tenga miedo a hablar con otras personas y que, de paso, sepa hablar en público...
Vía El Mercurio
miércoles, diciembre 28, 2005
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