Debo decir que este capítulo sí
me dejó contento, principalmente por todas las semillas que plantó, mostrando
que ya entramos en tierra derecha para el final de temporada. Además, me
parecieron buenos los giros que tomó, con sentido, y no como los de la semana
anterior.
Al
comienzo vi la relación con Hannah como la con Lumen, sólo que en este cado
Dexter no tenía que ayudarla. Lo mismo pasó con los escritores de la serie, que
explicitaron no sólo la diferencia con esa relación, sino que con todas las
anteriores. Sin embargo, mientras Dexter suele verse como una víctima de las
circunstancias y sentirse moralmente superior por matar a tipos malos, no es el
caso de la Srta. McKay, y eso definitivamente va a conflictuar con nuestro
antihéroe más temprano que tarde.
Por
otro lado, el escritor se volvió un problema, y Dexter decidió lidiar con él.
En comienzo no entendí bien lo que sucedía, pensé que Dexter descubriría que
una de las víctimas de los libros había sido culpa del escritor, lo que habría
sido demasiado conveniente, así que me alegró ver que no era el caso. Sin
embargo, eso de incriminarlo de ese modo me parece un trabajo mal hecho por
parte de Dexter, descuidado y con demasiados cabos sueltos. Nada costaría que
Sal investigara un poco más y descubriera todo lo que Dexter oculta… Por suerte
para el, se solucionó de otra manera, aunque no lo vi venir.
Estaba
empezando a pensar que Hannah efectivamente había dejado de matar, pero
mantenía cierto acto de que lo hacía, no sé por qué. Sin embargo, acá confesó
abiertamente haberlo hecho (cuando ingenuamente yo pensé que podría haber sido
un ataque cardiaco por la impresión de la conversación con Dexter). Eso,
obviamente, sube las cosas de nivel. El tipo era inocente, y Dexter es prácticamente
un cómplice. Para colmo, aumenta la racha de Debra con sus novios.
El ruso
salió libre y al parecer vuelve a tomar protagonismo. Conoce prácticamente todo
sobre Dexter, y además está siendo vigilado, así que no es fácil para ninguno
de los dos llegar a su presa. Me parece interesante.
Batista,
por su lado, se dejó engañar por Quinn y para colmo tomó dinero sucio sin
saberlo. No me extrañaría que los dos terminen mal esta temporada, o al menos
fuera de la serie. Al parecer eso del restaurante está serio…
Laguerta
sigue su investigación de oficina, Debra trata de alejarla y parece tener
éxito, pero claramente no iba a ser así. Mal que mal, la gota de sangre de
evidencia puede bastante más que un “nos estamos dejando guiar por nuestros
sentimientos por Doakes”. Podría ser que estuviesen equivocadas respecto a los
barriles de muertos u otras desapariciones, pero definitivamente hay alguien
suelto coleccionando sangre por ahí. Me parece bien que mostraran al final que
sigue investigando.
El
final, creo, fue lo mejor. Dexter sigue con Hannah, pero con dudas, y Debra se
las saca a relucir más al pedirle directamente que la mate. Es un gran giro
para ella, y para que estamos con cuentos, Hannah se lo merece. No debería
llegar al final de la temporada, aunque estiren el chicle un poco más.
Siento
que ahora comienza lo bueno, con Debra efectivamente probando el código de
Dexter. Lo que pasó entre estos capítulos es una laguna, como en todas las
temporadas (¿recuerdan cuando apareció nuevamente el hermano de Dexter? Yo creo
que esta relación es más o menos lo mismo). Lo sabremos la próxima semana.
Para que crean cuando Hannah diga como me envenenó, dejo claro antes que me gusta masticar cosas. |
PS: Creo que es bastante aburrida la forma de matar de Hannah. Será eficiente, pero dudo que le de la emoción necesaria del asesinato. El veneno se usa para deshacerse de alguien que uno quiere muerto, pero no se disfruta por la muerte misma, sino por lo que deja.
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