The Magnetic Fields me gusta mucho, pero ya aprendi que es un gusto adquirido, no es automático. Cuando escuché por primera vez 69 Love Songs donde Pablo me agradó el sonido, pero no lo encontré nada espectacular, y ahora me encanta. Distortion, el disco del 2008, tardó un buen rato en agradarme de verdad, tuve que escucharlo varias veces. De hecho había casi decidido que no me gustaba cuando me di cuenta que, algunas de las veces en las que pongo toda la discografía en mi reproductor, estaba disfrutando mucho de algunas canciones que no estaban en los “discos clásicos”. Como esta, por ejemplo:
Por cierto, las imágenes son de Dylan Dog. Lástima que no llegaran más acá, eran bien entretenidos…
Con “I” la cosa fue distinta, por alguna razón, me gustaron prácticamente todas las canciones a la primera. Sí, es un disco más fácil, más cercano, quizás más popero o masivo…
Ahora acaban de sacar un disco nuevo, Realism, y ya lo escuché dos veces y no me mata mucho. Sin embargo, estoy en la etapa de escucharlo nuevamente porque sé que va a gustarme más mientras más lo escuche. Quizás es tema está precisamente en dedicarme a escuchar bien las canciones y no solo tenerlas de fondo, es ahí cuando empiezan a gustarme más. Es un poco como decía Morrissey, “Cuelguen al bendito DJ porque la música que coloca no me dice nada sobre mi vida”. Bueno, The Magnetic Fields si lo hace, quizás por eso me gusta. Casi puras canciones de amor, de todo tipo. Aunque para qué estamos con cosas, las mejores son las tristes, las de despecho, las de desesperación y sufrimiento. Las con rabia también son buenas... Esas son las que dan ganas de cantar, y hasta de dedicar :-) Quizás acá se vuelve pertinente el comentario del protagonista de Alta Fidelidad, ¿Qué fue primero, la música pop o la melancolía?
De Realism no hay mucho aún en Youtube (y de los otros creo que he puesto ya harto en el blog, aunque siempre pondría más), pero algo hay. Dejo el primer single (bastante típico y reconocible como de ellos, digamos, pero no se nota muy nuevo) llamado “You must be out of your mind” y dejo dedicada la sexta pista del disco, “Walk a lonely road”.
Ahora voy a ver si me animo a leer un poco más de Apollo’s Song, manga sobre un cabro que desprecia el amor y es castigado por una diosa para sufrir por el resto de su vida enamorándose y no pudiendo estar junto con su amor, porque uno de los dos morirá antes, y él seguirá vida tras vida sufriendo. A ver si después lo reseño también (y vuelvo al podcast, y escribo una novela, y todo eso. Ahora con el netbook debería ser más fácil, dijo la cigarra). Aunque igual es tarde y podría hacerlo mañana… :-P
lunes, febrero 08, 2010
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