jueves, mayo 07, 2009

El Oscuro Pasajero

A pesar de ciertos comentarios esporádicos de Camila diciendo que soy malvado, o de Emilio pensando que soy un robot sin sentimientos, sinceramente creo que soy una buena persona. Claro, viniendo de mí no es la mejor recomendación, y puede sonar medio ególatra, pero es que de verdad pienso que soy bueno. Trato de comportarme como una buena persona, haciendo el bien (o lo que evalúo como que es el bien), pero no sólo porque es lo que se debería esperar o lo que dicta la sociedad o para que los demás piensen bien de mi (de hecho eso último nunca me ha guiado mucho, no me preocupo que los demás sepan que estoy haciendo algo bueno).

No digo que sea la mejor de las personas, que sea un santo o que todo lo que hago sea por el bien mayor, el resto o como quieran decirlo, por supuesto que no. De hecho tengo varios defectos que juegan en contra, como mi timidez, flojera y a veces cobardía, pues como decía Al Pacino en Perfume de Mujer, generalmente sé cual es el camino correcto, y generalmente trato de seguirlo, pero a veces las características que nombré arriba hacen que opte por lo fácil. Sin embargo, no creo que eso haga que deje de ser alguien bueno.

Por otra parte, tengo un lado oscuro. Supongo que la gran mayoría debe tenerlo, salvo quizás esos ultra buenos, o esos ultra neutrales que les da lo mismo cualquier cosa y no le asocian valores éticos a las cosas o no piensan en las consecuencias de lo que hacen, por lo que no se cuestionan sus acciones. Siempre ha estado, de repente no es más que ese que se ríe cuando alguien se cae, o que encuentra fascinante ciertos desastres naturales. Eso no molesta, con eso se vive, y genera ciertas alegrías de vez en cuando si se asume como algo nada más que humor negro e ironía, pero a veces el Oscuro Pasajero (en un cálido homenaje a Dexter) es más fuerte, más mala onda, y presiona por actuar él. Se siente como una sombra grande subiendo por el cuerpo, hacia la cabeza, intentando apagar aunque sea por un minuto el cerebro para que no sea detenido, y a veces casi puedo ver como si quisiera salir por mi boca.

Normalmente, lo puedo contener racionalmente, haciéndome entrar en razón de que sus satisfacciones no son más que pasajeras y cortoplacistas, mientras que el actuar bien y seguir el camino adecuado paga en el largo plazo, aunque pueda ser un camino más difícil al comienzo. De algún modo creo, sin ser mi filosofía ni nada, en una especie de karma cósmico en el que buenas cosas les pasan a buenas personas. Pero no es fácil, debo decirlo. A veces el Oscuro Pasajero tiene excelentes razones para querer hacer sus cosas, y efectivamente se ven muy satisfactorias, y muchas veces capaces de liberarse de inmediatos problemas. Convencerme en esos casos de cual es el camino correcto realmente cuesta, y hace que me cuestione si efectivamente soy una buena persona al tener ciertos pensamientos, ganas y emociones que generan un placer extraño al evaluar llevarlas a cabo, o efectivamente al hacerlo. Quizás es parte de la educación católica, con el hecho de que los malos pensamientos también son pecado, pero racionalmente, sigo pensando que cuando no se sucumbe a ellos, uno sigue siendo un buen tipo. Ahora, igual se siente como si se corrmpiera el alma.

De repente, eso sí, me da miedo pensar que algún día ya esté muy cansado y no voy a poder, o querer, pararlo. Que sus satisfacciones cortoplacistas impliquen daños graves en el largo plazo. Más aún, a veces temo que termine dejándolo salir por completo, cambiando mi personalidad por un yo distinto que el resto no conoce. Un yo que existe, que siempre ha existido, que yo conozco bien, pero que el resto no ve, o trato que no vea, pues no me gusta.

Hasta ese momento, supongo y creo sinceramente, que soy un buen tipo. Creo que hago las cosas bien, y lo hago porque me agrada hacer sentir bien a la gente que quiero y me importa. Hasta entonces, el Oscuro Pasajero vive encerrado en el sótano gritando y engañando para poder salir, con un par de escapadas por algunas ventanas que no he podido tapiar.

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En una nota más alegre, sigo surfeando por coda.fm, y ayer bajé 2 grupos nuevos que recién empiezo a escuchart, y me llevé la sorpresa que le conocía una canción a uno de ellos:


No sé de donde, quizás es famosa, pero el caso es que me agradó el grupo. Hay que ver el otro, pero se supone que es similar.

2 comentarios:

costymar dijo...

Yo creo q eres una de las personas más buena y cristalina a las que le he hecho reiki y deben ser 2 junto contigo....y que he conocido... de hecho tienes una energía bkn y feliz y hasta te agradesco haberte reikiado... me ayudó a ser una mejor persona, a veces las pequeñas cosas hacen más q las grandes, creo q el Universo confabuló para ello y me hizo muy feliz. y aunque nos cansemos de luchar contra nuestro lado feo... siempre sucede algo q nos da animo, nos conecta a nuestra verdadera escencia y nos fluye más ser mejores, porque como dicen los círculos metafísicos, somos seres de Amor y Luz.
qué estes bn

Cote Santana dijo...

Rodolfo, sabes? yo también creo que eres un buen tipo.

Que coincidencia, el otro día yo también le dediqué una columna a mi blog a cuestionarme ciertas actitudes que adopto cuando me junto con ciertas personas... pero en realidad, me gusta el rockanrol y creo que tampoco me hace una mala persona si hago cosas un poco "salidas de madre".

Entiendo cuando dices que siempre quieres hacer las cosas bien y hacer el bien... deja la religión fuera de todo esto, que ni moral tiene para hablar de eso!

Sabes? la culpa es algo católico occidental... al menos yo llevo un buen tiempo trabajando por erradicar esa parte de mi ser, y ahora, creo que con orgullo puedo decir que no siento culpas de ningun motivo. Y eso no me hace una mala persona.

Yo creo que tu tampoco lo eres... todos vivimos con nuestro pasajero oculto, claro, lo mejor es detenerlo en el sótano el mayor tiempo posible, así trabajamos nuestro lado amable, pero sólo somos amables y buenas personas sabiendo que podemos ser malos, y mientras más se conoce al pobre tipo encerrado en el calabozo, al menos yo, más aprecio a la persona de la sueprficie.

Al menos así fue como interpreté este escrito.