martes, octubre 30, 2012

Aún Vigente: 30 años de Remington Steele



                Este mes se cumplieron 30 años del estreno de mi serie favorita, Remington Steele. Lo he pensado bastante, eso de ser “mi serie favorita”, considerando tantas otras que me gustan (The X-Files, Mad About You, Arrested Development, Quantum Leap, 24, etc.) y otras que probablemente son mejores por cualquier estándar (Dexter y Breaking Bad, por nombrar un par recientes).
                Tengo claro que la serie no es perfecta, que tiene muchos puntos bajos, que no cambió probablemente nada en la televisión de la época, y sin embargo, es mi serie favorita. Probablemente mucho tiene que ver el personaje principal, un ex ladrón y estafador que se vuelve detective, muy a pesar de su compañera a la fuerza. El estilo y encanto del personaje va más allá de su sexo, en mi opinión. Sí, cuando veía la serie yo quería ser como Remington Steele, y es probablemente aún una de las razones por lo que sigo viendo películas de Pierce Brosnan.
                No era solo Remington Steele, en todo caso. Laura Holt es otro gran personaje, una mujer con actitud, fuerte, independiente y capaz de iniciar su propio negocio (y hasta de falsificar a su jefe). Muchas mujeres de la época la tenían casi como modelo a seguir. También está Mildred, la secretaria que poco a poco se involucra cada vez más en los casos, demandando participación, y que sirvió como el nexo con la tecnología que en ese momento recién estaba comenzando a estar al alcance de todos, las computadoras, sin por eso convertirse en el estereotipo ñoño al que tantas series recurrieron en años posteriores cuando un personaje sabía más de la cuenta de informática.
                Los personajes secundarios y esporádicos, así como incluso los que sólo tenían un capítulo, pero venían del pasado de Steele o Holt, terminaban de añadir el condimento necesario. Murphy como el compañero original de Laura en la agencia, siempre celoso de Steele, pero poco a poco comenzando a valorarlo como un compañero que sí podía aportar algo (quien lamentablemente fue sacado del show para potenciar la relación entre los protagonistas). Berenice Foxe (a la que Steele solía referirse como Wolf) fue la secretaria en la primera temporada, que también sabía el secreto, por lo que no le tenía mucho respeto a su falso jefe, pero que dadas las circunstancias, no le quedaba más que hacerle caso.
                Inolvidables son personajes como Daniel Chalmers (interpretado por el padre de Stephanie Zimbalist, la actriz que hacía de Laura Holt), que comenzó como actor invitado en un capítulo que homenajeaba a la película “El Golpe” (ya hablaré de las películas), y terminó siendo un pilar fundamental en el gran misterio de la serie: quién era el padre de Remington Steele (y cuál era su verdadero nombre); George Edward Mulch, el gordito que siempre buscaba alguna oportunidad de negocio, lo que invariablemente terminaba en problemas para Steele y Holt; el Mayor Descoine, el único malo que se repitió el plato*, y que quedó aún con un hilo abierto para regresar (con su hija); Felicia, un antiguo amor de Steele que además fue interpretado por Casandra Harris, la esposa en esa época de Pierce Brosnan (sí, el nepotismo abundaba en la serie); Clarissa, una dama de compañía que por poco termina siendo la señora Steele, y tantos otros.
                Los personajes no solo estaban bien diseñados e interpretados, también evolucionaban. Steele comenzó casi como un alivio cómico (tanto así que los mismos creadores originalmente habían pensado el show como el de una detective, pero poco a poco tuvieron que hacerlo más de pareja, y darle más protagonismo a Steele en la resolución de los misterios), dando ideas de soluciones para los casos que variaban de lo ridículo a lo imposible, para luego ir acertando más seguido, aprendiendo del conocimiento de Laura y mezclándolo con su intuición, y finalmente siendo un par de su “empleada”.
                Laura también cambia, primero de enamoradiza que se siente culpable, a aceptar que le gusta su “jefe”, y a entender que ya no es lo que era. Se abre a la posibilidad de estar frente a un igual en lo que a investigación se refiere, y a la posibilidad de tener una relación con él.
                Una de las cosas que más destacaba del programa era el “gimmick” de Remington Steele de citar películas antiguas para explicar sus teorías sobre los casos, o para encontrarles soluciones. Alguna vez hice un listado de todas las películas que nombran en la serie, y he visto varias sólo porque aparecían en ella. También edité un video de la primera temporada con todas las menciones… Sí, podría decirse que soy un fan… Las películas no sólo eran nombradas, sino también muchas veces homenajeadas, haciendo un capítulo muy similar a ellas. Ya nombré “El Golpe”, y también se puede encontrar “El Halcón Maltés”, “Para atrapar a un Ladrón” y varias otras.
                El espectador habitual y curioso puede también notar algunas cosas que sólo pasan en el mundo de la televisión, como el que los mismos actores interpreten diferentes personajes en distintas temporadas (cosa que también pasó en The X-Files, donde Terry O’Quinn ha hecho 3 ó 4 personajes, contando la película, y en News Radio con John Lovitz), o los cameos de futuros o antiguos famosos, como Sharon Stone interpretando a una loca reina de graduación, o Tom Baker (el cuarto Doctor Who), como un inglés de no muy buenos modales. Otros participantes fueron Paul Reiser (Paul Buchman en “Mad Abaut You”, en lo que es un encuentro de series favoritas) y Geena Davis
                A propósito de temporadas, creo que esta fue la primera serie en la que, por mi mismo, pude notar ese concepto. Cuando la vi por primera vez, diría que a principio de los 90s, en La Red, daban simplemente todos los capítulos, uno detrás de otro. Así era con todo. Además, llegaban con tanto desfase, que uno no tenía que esperar de un año a otro para que volviera, simplemente ya tenían todos los capítulos (o suficientes para que no se notara ausencia). Sin embargo, estaba el cambio en los openings y en los personajes, y empecé a notar esas diferencias, y a estructurarlos en mi cabeza: la primera temporada es la con Murphy, la segunda es en la que llega Mildred y aparece por primera vez Descoine, la tercera con muchos viajes por el mundo, la cuarta cuando se dedica a buscar a su padre, y la quinta la de los 6 episodios continuados, que luego supe eran 3 películas cortadas en dos cada una.
                Remington Steele despertó mi interés por las series e historias de detectives (de las que los 80s estuvieron llenos) y por las películas antiguas. No me avergüenza decir que cuando chico quería ser detective, y también ladrón de guante blanco. Aún incluso lo considero como una buena opción, si no me sale otra cosa…
                En fin. No es la mejor de las series, pero es capaz de hacerse un espacio en el corazón para hacerse la favorita. Aún después de ver todos los capítulos varias veces, gustoso la vería entera, y probablemente volverían a sorprenderme algunos de los culpables, gracias a mi mala memoria.
                Creo que es importante tener algo así, una serie, película o libro favorito, y que no sea perfecto. Sirve para aprender de ella, y entender también que a uno no siempre le gustan las cosas perfectas, que en esas cosas “malas” está lo entrañable, que a pesar de tener cosas para criticarle, gusta mucho. Es ahí donde está el cariño. 

* No del todo cierto. También apareció dos veces el del capítulo de los viejos pascueros, que volvió para vengarse, pero no es tan relevante en la historia como Descoine.

Nota: El título es un guiño otro de los gimmick de la seria, que los títulos de cada capítulo tenían todos, sin excepción, la palabra "Steele" en ellos, reemplazando a otras homófonas, como "still", "steal", "steel" y, a veces, al mismo "Steele". En este caso, sería algo como "Steele current".


1 comentario:

Anónimo dijo...

Muy buen Post, Remington Steele es tambien una de mis series favoritas, recuerdo haberla visto cuando era niño un par de veces por TVN, pero este año, 2014, descargué todas las temporadas y las estoy viendo. Pierce Brosnan es un maestro, me rio con sus locuras.